Siempre defendí el fichaje de Neymar y siempre le he defendido a él durante estas cuatro temporadas que ha estado en el Barça. Y le he defendido porque me parece un grandísimo jugador, el segundo o tercero mejor del mundo ahora mismo, y porque con su fichaje se liberaron muchos espacios para que Messi pudiera campar más a sus anchas por el área y no tener siempre a tres o cuatro jugadores marcándole, lo que le ha permitido estas temporadas ser aún mucho más goleador y decisivo. Además, para mí fue un de los jugadores clave en la consecución del triplete y también clave en la temporada siguiente del doblete, sobre todo en la primera vuelta cuando se lesionó Messi.
También es cierto que no todo han sido cosas positivas, ya que primero su fichaje vino salpicado de muchas polémicas y su vida fuera del campo de juego no es la más apropiada para un jugador de este nivel. El problema es que estas cosas ya se saben de antemano cuando traes a un brasileño, pues todos los que hemos tenido, casi solo con la excepción de Rivaldo, han hecho lo mismo: fiestas, carnavales en Brasil y entornos problemáticos. Es lo que hay cuando traes a esta gente.
Y también es cierto que Neymar nunca ha llegado a dar en el Barça el nivel esperado en un crack como él. Yo estoy contento en general con sus temporadas, sobre todo con la segunda y la tercera, pero es cierto que todos esperábamos algo más de él, todos esperábamos que fuera más determinante y más goleador y que no se perdiera tanto en regates individuales y en jugadas personales que casi nunca acababan en algo positivo. A este respecto siempre he dicho que parte, o gran parte, de la culpa ha sido de sus entrenadores ya que no han sabido, o no han podido, corregir sus defectos y reconducir a Neymar para que su juego fuera más efectivo de cara a las necesidades y particularidades del Barça, pero tampoco él ha parecido querer poner el empeño necesario para ello.
Dicho esto y agradeciéndole los servicios prestados y también muy bien pagados, es intolerable lo que está ocurriendo con él en las últimas semanas. Neymar llegó al club y todo el mundo le recibió con los brazos abiertos, jugadores y afición, que no se merecen ahora el trato que están recibiendo del jugador, una mezcla de indiferencia y desprecio a quien ha sido su club y sus seguidores, demostrando solamente que es un mercenario más del fútbol, un pesetero sin escrúpulos, al que poco le importa la gente y mucho el dinero. Un dinero, que por otra parte, ya ganaba a paladas en el Barça.
Jugadores así mejor fuera del Barça, y cuanto antes mejor. No soy tan iluso como para pensar que todos los jugadores tienen que sentir la camiseta o tienen que ser culés, eso está claro, porque cuando nos alejamos de la cantera y traemos jugadores de fuera en muchas ocasiones son simples trabajadores y punto, y no pasa nada. Otra veces, como en el caso de Soitchkov, Koeman, el mismísimo Cruyff, o incluso Ronaldinho ha habido un sentimiento mucho mayor y se convirtieron en culés de por vida. Y tampoco es que pidamos esto último, pero sí respeto al club en el que estás y a la afición que te ha estado pagando el sueldo estas temporadas.
Lo bueno de esto es que es un zasca en toda regla a esta directiva de inútiles, esos que nos venían a salvar de Laporta y del Barça más exitoso de la historia. Y es que como decía en mi anterior post, esta directiva se ha cargado el modelo de arriba a abajo y como dice el sabio refranero, si siembras vientos recoges tempestades. El modelo de Barça cruyfista, y que Laporta seguía, tenía como estandarte a Messi, un canterano y culé como el que más, arropado por otros muchos canteranos y por varios cracks mundiales. El modelo de Rosell/Bartomeu ha sido el de Floren, un modelo basado en fichar estrellitas sin ton ni son, mercenarios de dar y tomar a los que les importa el club una mierda y solo se preocupan de su bienestar personal. Las diferencias son más que evidentes.
Bartomeu se está ahogando en su propia mierda, su niño querido le ha dado donde más duele y le está traicionando y dejando en la estacada, y se lo tiene bien merecido. Esta herida ya no tiene cura, puede seguir arrastrándose todo lo que quiera como presidente del Barça pero lo que debería de hacer desde ya mismo, si tuviera un poco de decencia y dignidad, es dimitir y dejar paso a alguien que sí sepa dirigir a este gran club y le devuelva al camino correcto.
Para concluir solo quiero decir a Neymar que se vaya por donde vino, que deje la caja llena, y que no vuelva. No queremos jugadores así, no queremos mercenarios en este club, ni tampoco a traidores. Para ello hay otros clubs, como el PSG o el Madrid, que se vaya allí a ganar todavía más dinero, a ver si le sale ya por las orejas, porque ni así será feliz. Si una persona que tiene un entorno tan agradable como tenía en el Barça, con amigos y en una ciudad tan estupenda, elige cambiar todo eso solo por ganar más millones es que merece muy poco la pena como persona. Cuanto más lejos mejor.
Y que se prepare, porque dudo que esté en el PSG más de dos o tres temporadas. Allí será, por fin, la estrella indudable del equipo, será la cabeza de ratón que tanto desea. El problema será precisamente ese, cuando se dé cuenta de que cambió un león por un ratón, cuando cambió a uno de los mejores equipos del mundo, y una de las dos o tres ligas más importantes del mundo, por un equipo que no tiene ni el peso, ni la historia, ni mediáticamente es la cuarta parte de lo que es el Barça, y por una liga de segundo nivel que a casi nadie interesa. Lo lleva claro si se cree que va a tener la misma repercusión en el PSG que tenía en el Barça o que podría tener en el Madrid. Es una pena que haya jugadores que se dejen cegar por los millones y arruinen su carrera deportiva, porque querido Neymar, este es un paso atrás deportivamente hablando, ya te darás cuenta.
En cuanto al Barça pues al final es posible que nos venga bien librarnos de él, y no sólo por los millones que ingresaremos, si no por librarnos de un jugador tan conflictivo y que al parecer quería controlar ya todos los aspectos del club. Con su marcha recuperaremos la tranquilidad en el vestuario y espero que volvamos a formar un equipo más unido en el juego y sin que haya nadie que esté todo el día exigiendo más dinero y más reconocimiento individual.
Gracias Neymar, pero lárgate y no vuelvas más por aquí. Visca Barça!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario